Ahorra hoy, invierte siempre: el poder del hábito financiero periódico

Pero hay algo que podemos hacer para disminuir los efectos de esa incertidumbre: ahorrar. Tener un respaldo económico no solo proporciona seguridad, sino que también nos permite tomar decisiones con mayor claridad y confianza, y evita caer en deudas innecesarias. Y aunque no elimina la incertidumbre, sí nos brinda la capacidad de afrontarla con mayor control y estabilidad.

No obstante, empezar a ahorrar y a gestionar nuestras finanzas personales puede ser complicado. Desde la unidad de asesoramiento financiero de MAPFRE, MAPFRE Gestión Patrimonial, explican que «una planificación sólida empieza por elaborar un presupuesto de nuestra economía, definir lo qué queremos conseguir y en qué plazo». «Definir objetivos concretos, alcanzables y medibles es la mejor forma de mantener el compromiso con el ahorro. Convertir cada meta en pequeños hitos facilita seguir el camino con motivación y sin sensación de sacrificio», destacan.

Es esencial ajustar nuestra inversión a nuestro perfil y a la naturaleza del objetivo. No es lo mismo ahorrar para un imprevisto que para la jubilación. Y si hay algo que se vuelve clave en este proceso, es ahorrar de forma periódica, es decir, destinar una cantidad fija de dinero al mes para este fin.

«El hábito siempre gana al impulso. Cuando ahorramos de forma periódica, terminamos interiorizándolo como parte natural de nuestra economía, igual que pagar la luz o el alquiler: no “pensamos” en ahorrar, lo hacemos», señala MGP. Además, invertir regularmente nos permite entrar en distintos momentos del mercado, suavizando los efectos de la volatilidad y obteniendo un precio medio más eficiente a largo plazo. Esta estrategia, combinada con la disciplina, es la que realmente genera resultados visibles con el paso de los años

Lejos de la ya desfasada hucha del cerdito, existen muchas formas de ahorrar. «No hay un producto perfecto que lo ofrezca todo, sino soluciones más o menos adecuadas en función del momento personal de cada ahorrador», explican desde el equipo de asesoramiento a empleados de MGP.

En etapas tempranas, cuando el horizonte temporal es largo, suele ser conveniente optar por productos de acumulación que permiten aprovechar el interés compuesto y reinvertir los beneficios para acelerar el crecimiento del capital. En cambio, en fases más maduras, el enfoque suele cambiar: se prioriza la preservación de capital y herramientas que faciliten el complementar ingresos, disponer de rentas periódicas o recuperar capital de forma cómoda.

«Ahorrar no es renunciar, es prepararse y planificar con sentido y por supuesto, contar con acompañamiento profesional nos permite tomar decisiones más seguras, más conscientes y mejor alineadas con los objetivos que realmente importan», destacan desde MGP.

Cuando hablamos de ahorro e inversión, el tiempo es, sin duda, nuestro mejor aliado. Es aquí cuando cobra importancia el interés compuesto, que es la clave para hacer crecer tus ahorros a largo plazo. Mientras que el interés simple se calcula solamente sobre el capital inicial, el compuesto se calcula tanto sobre el capital inicial como sobre los intereses acumulados. Es decir, lo ideal para hacer crecer de verdad tu dinero es reinvertir los intereses generados por una inversión para que, con el tiempo, los intereses también generen, a su vez, más intereses.

El consejo de oro para poder aprovechar bien las virtudes del interés compuesto es empezar a ahorrar e invertir pronto, así como hacer reinversiones regulares y evitar retiradas de dinero innecesarias.

Empezar a ahorrar no siempre es sencillo. Por eso, en MAPFRE contamos con una unidad especializada en asesoramiento financiero, MAPFRE Gestión Patrimonial, que te ayudará a dar el paso y empezar a invertir. Y, si tienes más dudas, contamos en nuestra web con una página específica sobre educación financiera y cultura aseguradora en la que compartimos todos nuestros tips para ahorrar e invertir de forma segura e informada.

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