SEGUROS | 11.11.2025
Entornos escolares más protegidos gracias al seguro
La elección del centro escolar se convierte muchas veces en un verdadero quebradero de cabeza para cualquier progenitor: el tipo de enseñanza, la calidad del profesorado, la comunicación con las familias, las extraescolares… Estos centros son una parte muy importante de una etapa de nuestras vidas y el seguro está presente, de una forma u otra, en todo momento.
A nivel global, no hay una fecha única para la vuelta a las aulas. Mientras en Europa, en países como España, Italia y Grecia el regreso a los centros educativos suele ocurrir en septiembre, en otros, como Dinamarca y Finlandia, el curso escolar se adelanta a mediados o finales de agosto.
En Latinoamérica, en cambio, el primer día de colegio varía principalmente según la ubicación geográfica, es decir, en el hemisferio norte o en el sur. Así, en México, República Dominicana y Puerto Rico es habitual retomar las clases en septiembre; mientras que en Colombia, Costa Rica, Brasil, Argentina, Perú o Chile el calendario escolar comienza entre febrero y marzo.
Centros escolares, también seguros
Llegado ese momento, los padres ya habrán tomado una decisión importante: la elección del centro educativo donde estudiarán sus hijos, una cuestión difícil por el impacto que puede tener en su desarrollo académico y personal. Junto a la calidad de la escuela, los valores, la comunicación abierta con la familia y las extraescolares, entre otros factores, no hay que olvidar priorizar la seguridad integral, incluyendo entornos físicos y emocionales seguros.
A diario, dentro de estos recintos confluyen cientos (a veces, miles) de personas entre alumnos, docentes, personal de apoyo y de administración, proveedores y familias. Aunque se tomen todas las medidas preventivas posibles, los accidentes pueden suceder en el aula, en el patio, en el comedor, durante el transporte escolar… y en cualquier momento.
Las coberturas aseguradoras juegan un rol esencial en el ámbito educativo. De hecho, es posible que ni te imagines la cantidad de seguros que existen en torno a los centros escolares y que protegen a tus hijos en sus horas lectivas.
Seguros para accidentes y emergencias
Vamos a comenzar por las pólizas diseñadas específicamente para responder ante accidentes y emergencias médicas que puedan ocurrir en estos entornos. En España, este seguro es obligatorio para algunos niveles de enseñanza. La ley define los requisitos mínimos de cobertura y las prestaciones, como asistencia médica, indemnización por invalidez y ayudas en caso de fallecimiento del alumno.
No ocurre lo mismo en Latinoamérica, donde en la mayoría de los países no es obligatoria su contratación, aunque se recomienda por sus amplios beneficios:
- Ante emergencias médicas o accidentes, garantiza que los estudiantes reciban la atención necesaria de manera rápida y eficiente.
- Ayuda a los centros educativos a asumir las eventualidades que puedan ocurrir dentro o fuera del recinto y, en consecuencia, a reducir su impacto económico para que puedan continuar con su proyecto educativo. Saber que la escuela se preocupa por la seguridad de los alumnos genera un ambiente de confianza hacía la comunidad educativa.
- Es una herramienta esencial para la prevención de riesgos dentro de la institución. Colabora en la identificación de posibles peligros, promoviendo un ambiente más seguro para todos.
Otros seguros para centros y estudiantes
Como cualquier edificio, un colegio debe protegerse. Por eso, es habitual contar con un seguro multirriesgo que se haga cargo de los daños a instalaciones y enseres: rotura de cristales, daños eléctricos, incendios, robos… pensemos en portátiles y tabletas, los nuevos protagonistas en las aulas en sustitución de libros de texto. Con esta póliza pueden quedar protegidos frente a sustracciones o rotura de pantallas.
Por lo general, los multirriesgos también incorporan la cobertura de responsabilidad civil. Esto es, respaldan a la escuela en situaciones que perjudican a un tercero. Algunas aseguradoras ya ofrecen protección frente al acoso escolar y el ciberbullying, con prestaciones como el seguimiento de la presencia del menor en Internet, el borrado de contenidos dañinos y asistencia psicológica especializada para alumnos y familiares.
Esto no es todo, si tus hijos van al colegio en la ruta escolar, la empresa que gestiona los autobuses debe contar con su correspondiente seguro de automóvil e incluir la cobertura para pasajeros.
Existen otras pólizas adaptadas a las necesidades de los jóvenes en su etapa educativa, como seguros de salud para estudiantes que precisan cobertura médica completa; o seguros de viaje si van a desplazarse al extranjero por intercambio o para excursiones de fin de curso. Tampoco podemos dejar de mencionar los seguros de vida ahorro diseñados para garantizar la continuidad de los estudios de los hijos en caso de fallecimiento o invalidez del padre o tutor.
MAPFRE, tranquilidad en el entorno escolar
Conscientes de la importancia de la seguridad en este ámbito, MAPFRE ofrece seguros para centros escolares y estudiantes en España y Latinoamérica, dando respuesta a las particularidades de cada país o región para crear un entorno educativo más seguro.
En el mercado español, complementa el seguro escolar obligatorio con coberturas privadas y una amplia gama de servicios de valor añadido, como programas educativos sobre salud, nutrición, servicios de chat médico y, en un contexto donde el ciberbullying y las amenazas digitales son cada vez más frecuentes, servicios para prevenir y abordar estos problemas.
En América Latina, en países como Colombia, Chile y Venezuela también comercializan seguros de accidentes escolares que protegen a los estudiantes en estos casos y cubren gastos médicos, fallecimiento, invalidez, etc. En Argentina, encontramos el seguro integral de MAPFRE para entidades educativas, una póliza combinada que cubre los imprevistos con el edificio e incluye a los alumnos como terceros en la cobertura de responsabilidad civil. Además, en la mayoría de estos mercados se ofertan soluciones aseguradoras para garantizar la finalización de los estudios en caso de fallecimiento de padres o tutores.
Como puedes comprobar, nuestros hijos están bien protegidos en las horas lectivas. El seguro lo cubre «casi todo» en el entorno escolar, porque para los suspensos la única cobertura es estudiar.
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